Luis Moisés González Ojeda, el hombre que pelea los terrenos de la Central de Abastos de Mérida y asegura que estos fueron entregados al Ayuntamiento de Mérida de manera irregularidad, no es más que el líder de un grupo de personas que mueven decenas de millones de pesos mensualmente.
El también conocido como “el Rey del Tianguis del Automóvil” encabeza a un grupo de personas que se hicieron de enriquecimiento ilícito al amparo de una actividad que genera aproximadamente 50 millones de pesos semanales de compras y ventas.
Cobijado bajo la presidencia de la Unión de Mayoristas de la Central de Abastos de Mérida, González Ojeda, quien originalmente no era un locatario del sitio -ya que heredó de su suegro algunos locales- el “Rey del Tianguis del Automóvil” controlaba el cobro de derecho de piso, uso de baños portátiles, expendios de alimentos temporales, cobro de “seguridad” y hasta el cobro de las cuotas de lavadores de autos, enceradores y acomodadores de automóviles, además de la venta de letreros y números para medallones y los anuncios en su sitio de Facebook.
El usufructo de este tipo de “derechos” generaba ingresos, por decenas de miles de pesos en una actividad en la que se ofertan de 400 a 500 autos todos los domingos en el Poniente de la ciudad, de los cuales, un 85 por ciento es por parte de revendedores de autos y un 15 por ciento de la gente que llega al lugar para vender su vehículo de forma particular.
Ante el peligro inminente de perder su imperio, “el Rey del Tianguis” interpuso un amparo para detener las obras de la Normal Superior en dichos terrenos por parte del gobierno estatal; sin embargo, los tribunales se lo negaron con una suspensión provisional y definitiva al comprobarse que el terreno es propiedad legalmente del gobierno de Yucatán.
Estos son los motivos reales tras las manifestaciones organizadas por Luis Moisés González en la Central de Abastos de Mérida, además de sus intereses políticos, claramente identificados.