La Ciudad de México cuenta en su superficie cientos de zonas verdes en donde se pueden encontrar millones de árboles; sin embargo, algunos se han visto afectados por alteraciones en el sistema, como la antigua palma canaria en Paseo de la Reforma que provocó su sustitución por un ahuehuete.
Lo anterior, según Alejandro Pérez Tamayo egresado de ingeniería forestal en la Universidad de Kyoto, en Japón, padecen de un virus que puede ser pandémico, como lo es el covid-19 en los humanos.
El especialista sostuvo que la situación por la que están pasando los árboles en territorio capitalino no es nueva, aunque ahora se extendió de forma rápida, al igual que coronavirus en el mundo, según revela National Geographic.
“Hay una dimensión particularmente política (…) que es más bien una cuestión de voluntades”, sostuvo el experto al medio, afirmando que los cambios se han visto particularmente en los últimos 12 años.
Afirmó que realizaron procesos de análisis “autónomos”, de forma conjunta con el Colegio de Posgraduados, del Instituto Politécnico Nacional, afirmando que las condiciones eran dramáticas para los niveles de alteración que presentaban los seres vivos.
La zona poniente capitalina es la más afectada, especialmente con los cambios en la vegetación de antaño, donde se ha desarrollado un sector urbano de alto poder adquisitivo, con nuevos condominios y edificios.
“Toda esa zona se llamaba una ‘zona de suelo de conservación’. Servía como una barrera de contención de plagas, como un espacio para la retención hídrica y para contener los deslaves, así como para conservar los mantos acuíferos que aún existen”, dijo el especialista.
Agrega además que estos nuevos espacios de construcción contribuyeron en la modificación de la temperatura, elevando a 0.5 grados Celsius. La situación ha hecho que diversas plagas de insectos puedan atacar a los árboles, los cuales revelan sus infecciones al “entrar en estrés”.
Según el experto, “vamos a perder entre el 60 y 75 por ciento del arbolado urbano en toda la Ciudad de México”, en caso de que no se realice ninguna acción en los próximos 10 años.
Revela que hace 8 años que detectaron esta situación, desde ese tiempo que han pedido a las autoridades evitar que las plantas capitalinas se vean afectadas por el amarillamiento letal.
Con información de El Universal