MÉRIDA (Enero 15, 2009).- La Secretaría de Salud de la Federación canceló el presupuesto de 3.5 millones de pesos destinados para la atención de los usuarios (pacientes) del Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, luego que el secretario de salud de Yucatán, Mauricio Sauri Vivas, anuló la continuación del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental.
La secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental (Consame), Virginia González Torres, aseguró que echar abajo un proyecto que se aplicó en 2015 sólo perjudicará a 100 usuarios que hay en el nosocomio. “Ya empiezan a resentir el no contar con los beneficios que el Modelo Hidalgo les otorgaba”, señaló.
Me reportan numerosas anomalías, los mantienen encerrados, la comida ya no es de calidad, les impiden hasta caminar en las propias instalaciones, etc.
Ante la postura de Sauri Vivas, la SS federal cancelará el recurso que el Acuerdo para el Fortalecimiento de las Acciones de Salud Pública en los Estados (Afaspe) destinó para el Estado, que este año el monto sería de 3.5 millones de pesos.
El recurso -continuó- aumentó en 40 por ciento con respecto a la cifra destinada en 2018, es decir, un millón más. Los dineros servirían para la adquisición de ropa, el pago de 40 pesos diarios a los usuarios que participan en talleres de rehabilitación psicosocial, los paseos de sociabilización que se realizaban como parte de la socialización de los pacientes, así como la celebración navideña y el pago del aguinaldo a los internos.
Desafortunadamente, ya no se realizarán de las diversas actividades que formaban parte de su tratamiento, se vuelve a viejas prácticas psiquiátricas, como es el encierro involuntario, los usuarios ya no tienen la libertad de caminar en el interior del Hospital, entre otros beneficios que tenían
otros beneficios que tenían.
Durante dos años se efectuaron aproximadamente 900 salidas de sociabilización, por lo que los usuarios fueron al mar, al cine, al zoológico, a las plazas comerciales, al restaurante, e incluso, a los bolos, sin que se tuviera incidente alguno.
“Los usuarios acudieron a diversos sitios de interés, donde divirtieron y convivieron con la sociedad, quienes a su vez fueron tratados con respeto”, añadió.
A partir de 2015, la calidad de vida de los pacientes así como el ambiente laboral de los trabajadores cambió de manera notable con la aplicación del Modelo Hidalgo.
Anteriormente, “en las instalaciones se vivían con mucho calor y moscos, pues los únicos que tenían acceso al aire acondicionados era el director. Y hasta el pasado martes 1 del presente año, las cosas eran totalmente diferentes”.
Entre las carencias que habían era la falta de agua purificada, la comida era insuficiente y de mala calidad, prevalecía el desabasto de medicamentos, al agua potable era limitada, no habían mosquiteros, etc.
Al mismo tiempo, los usuarios vivían encerrados y de manera discriminaba se les aplicaban electrochoques, además que vivían con miedo, tristeza, desánimo y desesperanza.
El Modelo Hidalgo permitió que los pacientes salieran de sus habitaciones, convivan entre ellos mismos, lo que les permitió tener una mayor autonomía, todo ello, como parte de su desarrollo psicológico y social.