Venezuela — Nicolás Maduro asumió este jueves 9 de enero de 2025 un nuevo mandato presidencial, en una ceremonia que ha generado polémica y cuestionamientos sobre la legitimidad de las elecciones. El evento tuvo lugar en el Palacio de Miraflores, rodeado de aliados internacionales y miembros de su gobierno.
“No pudieron impedir esta investidura”
En su discurso, Maduro desafió las críticas: “Digan lo que quieran, no pudieron impedir esta investidura,” afirmó. También hizo un llamado a la “unidad nacional” y prometió continuar con políticas enfocadas en resistir las sanciones internacionales y aliviar la crisis económica que afecta al país.
¿Apoyo o aislamiento internacional?
La toma de posesión contó con el respaldo de delegaciones de Rusia, China e Irán. Sin embargo, naciones como Estados Unidos y la Unión Europea han desconocido los resultados electorales, señalándolos como “antidemocráticos”. La Organización de Estados Americanos (OEA) también expresó su rechazo, cuestionando la transparencia del proceso.
Reacciones en las calles y redes sociales
La oposición, encabezada por Juan Guaidó, calificó la investidura como un “acto de usurpación” y convocó manifestaciones en distintas ciudades del país. “El pueblo venezolano no puede aceptar este fraude,” declaró Guaidó en redes sociales. Mientras tanto, en Caracas, simpatizantes del gobierno participaron en actos públicos para celebrar la continuidad de Maduro.
En redes sociales, hashtags como #VenezuelaDividida y #Maduro2025 reflejaron el debate nacional e internacional en torno al futuro del país.
Desafíos críticos para el nuevo mandato
Maduro inicia su nuevo periodo en un contexto de extrema dificultad. Venezuela enfrenta una inflación descontrolada, desabastecimiento de productos básicos y un éxodo masivo de ciudadanos. Las sanciones internacionales agravan aún más la situación económica.
Expertos señalan que el principal reto será reconstruir la confianza en las instituciones y promover el diálogo entre las partes en conflicto. “Sin consenso político, es difícil imaginar una salida efectiva a la crisis,” advierte la analista política Carla López.
¿Qué espera el pueblo venezolano?
Con el país profundamente dividido, la expectativa de millones de venezolanos es clara: soluciones tangibles. Mientras el gobierno promete resistencia y continuidad, gran parte de la población anhela cambios que mejoren su calidad de vida.
El inicio de este nuevo mandato deja una pregunta abierta: ¿Será este el punto de inflexión para Venezuela o un capítulo más de su prolongada crisis?