Manuel Jesús Canul Garrido, originario de Cuzamá, Yucatán, recuperó su libertad después de haber permanecido un año y medio en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Mérida. Fue acusado injustamente de violación equiparada contra una adolescente. La denuncia fue interpuesta por la madre de la joven, pero desde el inicio, la adolescente negó los hechos. Durante el proceso judicial, la joven admitió que las declaraciones en su contra fueron fabricadas y que su madre la obligó a firmarlas debido a desacuerdos laborales previos con Canul Garrido. El abogado defensor, Israel Méndez Villafaña, criticó la falta de imparcialidad en la investigación y subrayó que el Ministerio Público omitió la declaración de la presunta víctima. Finalmente, el Tribunal de Enjuiciamiento dictó sentencia absolutoria, permitiendo que Canul Garrido regresara a su hogar.